Al momento de planificar sus clases los docentes se
enfrentan al dilema de si usar o no alguna TIC o al momento de analizar alguna
actividad ya planteada (o secuencia de actividades), y es por ello que en esta
entrada vamos a enumerar una serie de criterios a tener en cuenta a la hora de
valorar el uso de la misma para resolver consignas matemáticas.
Los criterios a tener en cuenta son:
1. Favorecer la búsqueda de pruebas matemáticas (en alguna consigna de un listado o secuencia): En
algunas consignas proponemos que se dé el circuito de pasos que proponen Arcavi
– Hadas (2003) quienes establecen: Visualización, experimentación, sorpresa,
búsqueda de pruebas, retroalimentación. Es clave entender que ‘la
sorpresa’ se refiere a que, ante una
anticipación o conjetura del alumno, el software le devuelve algo que
contradice o no se adecua a lo anticipado. Sin anticipación no hay sorpresa.
Esto es clave para que el alumno no siempre vivencie que todo lo que ve o le
devuelven las Tic es matemáticamente correcto, si esto ocurriera, no advertiría
la necesidad de buscar pruebas matemáticas y se perdería en el aprendizaje un
rasgo constitutivo de la propia ciencia.
2.
Imprescindibilidad de la TIC: Para ver si se
cumple o no con este criterio debemos analizar el hecho de usar Tic o si no
usarlo es indistinto. Si lo es, las TIC no son significativas para esa
consigna.
3. No perder de vista el objetivo matemático: Aquí
debemos ver si la consigna está promoviendo la enseñanza de algo matemático. El
foco de lo que se pretende enseñar debe ser matemático. No debe ocurrir que se
esté enseñando el recurso tecnológico.
4. Incluir distintos usos de TIC: Centralmente hay
tres grandes usos posibles con las TIC: utilización de algún software
matemático; uso de las TIC como medio de comunicación entre los estudiantes;
uso de internet para búsqueda de información pertinente. La idea es que en una
secuencia de consignas haya distintos usos de TIC.
5. Complementariedad: Debemos ver si el uso de las
TIC es un recurso más, no debería reemplazar a cualquier otra forma de trabajo
en la clase.
6. Libertad para apelar a las TIC: El estudiante
debería poder decidir si para resolver la consigna le es útil o no usar TIC. Es
decir que no todas las consignas deberían incluir el mandato de ser resueltas
utilizando tal o cual programa.
7. Libertad de Selección de cuál recurso tecnológico usar:
El estudiante debería poder seleccionar que programa utilizar, o donde busca
bibliografía. Por eso algunas consignas no deberían dar indicaciones.
Forma de uso de los criterios
Los criterios funcionan como herramienta para valorar la
significatividad del uso de TIC ante cierta consigna o secuencia.
Los criterios no poseen todos el mismo estatus, por ejemplo
si una consigna no cumple con el criterio de imprescindibilidad, la valoración de
significatividad de la TIC será negativa. Si no cumple con el criterio de no
perder el foco de la matemática será negativa. El primer criterio, en cambio,
debería estar presente en una secuencia, no analizando una consigna aislada.
Ante una colección de consignas debería ser necesario cumplirla. Es un criterio
que será imprescindible ante una secuencia.
·
Si se cumplen los Criterios 2 y 3, todo lo demás
que se cumpla enriquecerá la valoración, hará que la consigna sea aún más
significativa en cuando a las TIC. Desde un principio la valoración es Positiva.
·
Por el contrario si los criterios 2 o 3 no se
cumplen, ya no se reparan en los demás pues la valoración es negativa.
Vemos que los criterios poseen jerarquía para la valoración
en el momento de analizar una consigna o secuencia
